6. La programación


En los últimos años nos hemos ido familiarizando con un concepto que suena bastante hostil. Nos referimos a la denominada "guerra de audiencias".

La audiencia es el motor de las televisiones. Los anunciantes pagan por los espacios publicitarios, y el valor de dichos espacios se establece en función de la cantidad de posibles consumidores que sea capaz de concentrar ante el televisor: la audiencia, aunque existen -las veremos- otras formas de financiación, pero todas ellas persiguen satisfacer el interés de la audiencia, escurridizo concepto entendido de múltiples maneras.

Para conseguir alcanzar la máxima eficacia en términos de audiencia, un grupo muy especializado de profesionales, los programadores televisivos, se encargan de estudiar, de analizar a la audiencia y a la competencia y de establecer las mejores estrategias para captar y mantener al mayor número de espectadores fieles a sus propuestas televisivas.

Para conseguir lo anterior, se valen de los contenidos -los programas- que diseñan y ordenan en parrillas de programación siguiendo una reglas más o menos establecidas pero que, sin embargo, no garantizan el éxito.


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