Es la última
parte del proceso de producción de un programa. Etapa, en suma, en la que se dota de unidad al programa y se añaden
los últimos flecos antes de su emisión. Las tres áreas más importantes
en la finalización de un producto audiovisual son: la edición, la sonorización
y los efectos especiales.
Edición
Ya hemos dicho
que es el conjunto de operaciones realizadas sobre el material grabado
para obtener la versión completa y definitiva del programa. El responsable
de realizar esta operación es el editor (equivalente al montador en
cine) que trabaja bajo la supervisión del realizador. El realizador y el editor
deben tener en cuenta una serie de características para dotar de armonía
al conjunto y transformarlo en un producto de consumo para el espectador.
En los programas en directo hay que ser especialmente cuidadoso con:
Sonorización
Construcción
de la banda sonora de un programa uniendo voces,
sonido ambiente, músicas y efectos de sonido. Los encargados son, durante la grabación en directo,
el jefe de sonido, y durante
la edición, el ingeniero de sonido.
En los programas en directo el sonido es registrado al mismo tiempo que
se realiza la grabación; para ello se utiliza una mesa de mezclas de sonido que, además de enviar al control de realización
la señal que recogen los micrófonos de estudio, también añade música y
efectos de sonido pre-grabados. A través de los distintos canales de audio
va seleccionando la fuente y regulando su intensidad y su calidad. Programas
como Crónicas marcianas son extraordinariamente
cuidadosos con los efectos sonoros.
Efectos visuales
Es la creación
de ilusiones ópticas por medio
de la manipulación de las imágenes grabadas. Su gama es muy extensa, tratándose
de un campo en continua expansión. Desde la aparición de los efectos generados
digitalmente por ordenador, la experimentación y la creación parecen no
tener fin. Al margen de los efectos de mezclador como los fundidos, cortinillas y
chroma key de los que hablamos en el epígrafe
de Tecnología, debemos recordar
ahora que los efectos digitales,
provienen siempre de fuentes externas a las analógicas y son generadas
por estaciones cibernéticas monitorizadas.
Los efectos digitales
se han convertido en una de las señas
identificativas de la ola tecnológica que recorre la televisión contemporánea.
Los efectos digitales tienen presencia en el desarrollo narrativo de las
historias de ficción como ocurre en Cuéntame
como pasó o Ally McBeal pero sobre todo en las retrasmisiones de los
eventos deportivos hasta tal punto que el efecto en el que parece que
el tiempo se congela mientras la cámara hace una panorámica alrededor
de la escena, conocido como 'bullet time' o, en castellano, 'rodaja de
tiempo', que vimos en la película Matrix,
se ha trasladado a las retrasmisiones del fútbol americano.