A
diferencia de otros modelos de especializaciones temáticas, la emisión monográfica de programas de entretenimiento
se produce básicamente en las televisiones locales.
Tiene lógica lo anterior. El bajo
nivel presupuestario de las televisiones locales no les permite a muchas
de ellas ni adquirir películas ni realizar programas informativos, por lo
que optan por dedicarse exclusivamente a programas de entretenimiento. Por
ejemplo, espacios de bajísimo presupuesto consistentes
en consultorios telefónicos,
que como los de videntes están realizados en un único plano medio con el
añadido de un primer plano de cartas o del instrumento del que se sirva
el adivino para realizar sus predicciones, una mesa decorada con elementos
esotéricos y una luz plana.
La versión concurso limita su
producción a un presentador que también realiza conexiones telefónicas con los espectadores a los que propone diferentes
juegos de adivinanzas; acertar a quién pertenece el rostro de una foto manipulada
digitalmente, descubrir una palabra oculta o responder correctamente a alguna
cuestión musical. Algunas versiones de estos programas incluyen videoclips
dedicados. Por supuesto los premios están a la altura de la complejidad
creativa y estética de los programas.
Durante un tiempo proliferaron los canales locales monotemáticos
de teletienda. En ellos se emitían
continuas promociones, en ocasiones presentadas por estrellas de perfil
bajo y rescatadas del olvido, revestidas en su concepción de aspecto de
espectáculo o show, incluyendo un público entusiasta que reaccionaba ante
la demanda de un conductor fascinado por las bondades del producto promocionado.
Muchos de estos canales dividían su programación en dos bloques, uno diurno
para estas promociones y otro nocturno donde se publicitaban servicios de
contenido sexual sobre imágenes eróticas o directamente pornográficas.
Los
canales exclusivamente dedicados
a concursos, galas, realitys o magazines
no han seducido en España.
El desinterés podría devenir del hecho de que buscar una formula barata
comprando programas hechos, emitidos por las televisiones generalistas,
no parece atractivo y resulta inviable
económicamente producirlos ex profeso. Más aún si se tiene en cuenta
que los públicos no parecen dispuestos a pagar sin contrapartida por programas
muy similares a los que se ofrecen en abierto.
Respecto a la posibilidad de crear canales temáticos de consursos o realitys,
hemos comprobado que tanto "Operación Triunfo" como "Gran Hermano" dispusieron
en sus primeras entregas de canales de 24 horas que, entre otros 'extras',
incorporaban repeticiones, los castings de los concursantes y diversas piezas
relacionadas con la creación del programa, pero lo cierto es que en las
entregas más recientes trasladaron la emisión a internet.