7.7 Publicidad de productos de consumo

Los productos de consumo forman parte, junto con los industriales, de la categoría de productos tangibles, artículos que podemos ver y tocar. Piensa tú algún ejemplo. Bien. Alimentos, electrodomésticos, ropa... Como la mayoría de ellos se crean para un público muy numeroso, los anunciantes necesitan un recurso comunicativo que haga llegar su mensaje a cada individuo sin que la inversión sea desproporcionada.

La publicidad es ese recurso, incluso se puede afirmar que su evolución esta íntimamente ligada a los productos de consumo masivo. Entre ellos hay grandes diferencias, ya que su prescripción, compra y consumo no son idénticos; tampoco su duración ni, consecuentemente, el comportamiento que desencadenan. Se ve más claramente con una clasificación. Antes de que la leas, un comentario sobre los ejemplos: el mismo tipo de artículo puede pertenecer a distintas categorías, según sus características específicas y su posicionamiento. Una prenda de ropa puede ser un producto funcional o uno de estatus, lo mismo ocurre con las marcas de coches y hasta de muebles.

1. Productos funcionales
Son productos de uso cotidiano que, en muchos casos, obligan a una compra en un periodo normalmente reducido (diaria, semanal, mensual ...) y concreto de acuerdo, por una parte, con la caducidad del bien y, por otra, con las posibilidades o costumbres. Ejemplo: pan, detergente o algunos productos de higiene personal.

Suele tratarse de productos poco diferenciados en cuanto sus características tangibles. Por eso el comprador tiende a comprar otro parecido al que buscaba si no lo encuentra en el punto de venta, o bien el que está en oferta. En estos casos se trabaja para diferenciar el producto vía marca. Se invierte en darle notoriedad y convencer mediante las novedades y las ventajas que aporta frente a los demás. De esta forma se trabaja la fidelidad del consumidor.

2. Productos de impulso
Se trata de caprichos que el comprador se permite de vez en cuando. No están en su lista de la compra, pero cuando los ve reacciona a la tentación. Dulces, aperitivos, música ... Aprecia la marca y conoce bien el producto. El problema es que incluirlo en el carro o la cesta le hace sentir culpable ya que, en el fondo, piensa que no lo necesita realmente. Para contrarrestar este sentimiento el anunciante se dirige a él con mensajes reafirman su personalidad y le recuerdan que se lo merece.

3. Productos de alto precio
Representan las grandes compras de cada momento de la vida. Las más importantes son la vivienda y el coche. Se trata de bienes de larga duración sobre los que el comprador se informa y a menudo consulta. Se busca una compra adaptada a las necesidades y aspiraciones en calidad, estilo y precio.

La publicidad de estos productos proporciona información concreta, incluso detallada y comparada, además cuida la imagen del producto yla fiabilidad del servicio que completa la oferta.

  • Productos deestatus
    Sonreferencias, símbolos de grupoadmirados por su imagen de lujo. El públicolos conoce por la marca: Rolex,Mercedes, Louis Vuitton ... El cliente está dispuesto a pagar un alto preciopor ellos y a esforzarse por que los demás sepan que se los consume.Los mensajes giran en torno al prestigio de la marca y al grupo socialque lo elige.
  • Productos especializados
    Setrata de la gama más alta delmercado. Se diferencian por sus prestaciones y están en continuarenovación. Permiten al usuario obtener los mejores resultados posibles,como una cámara que utiliza un fotógrafo profesional o la ropa que usaun deportista. La publicidad suele destacar precisamente lo que se puedelograr con ellos o apoyarse en un gran especialista que recomienda elproducto.
  • Productos nobuscados
    Sonlos que implican una novedad en la compra habitual y se adquieren por curiosidad o porque pueden ser muy útiles. Sólo secompran cuando se encuentran. ¿Te has dejado tentar alguna vez por losproductos de Teletienda? La publicidad se ocupa, en primer lugar, de llamarla atención sobre ellos y, en segundo, de despertar el interés y el deseo.
Como suele decirse, esto no son matemáticas. No todos estamos de acuerdo con la manera de clasificar cada producto. Por otra parte, es posible que hayan quedado fuera algunos tipos de producto o características que te parecen básicas. Es tu turno para completar esta clasificación.


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