La sigla PLV se corresponde con un tipo de comunicación
abundantemente utilizado por los anunciantes que distribuyen sus productos
a través de puntos de venta. La 'Publicidad en el Lugar de Venta' es una denominación aceptada por el mercado
para referirse a los mensajes creados para ser emplazados en los comercios
a los que acude el público a comprar. Se trata de mensajes persuasivos
que no utilizan los medios masivos como intermediarios ya que acuden directamente
al momento en el que se toma la decisión y se adquiere el producto.
La gran ventaja de esta fórmula es precisamente su capacidad de influir gracias a estar presente
durante la ejecución de la compra o la contratación del servicio. Al
contrario que en la publicidad masiva y en el resto de formas de las acciones
de comunicación no convencional, con algunas excepciones, no transcurre
un tiempo indeterminado entre la recepción del mensaje y la compra del producto.
En este periodo el público puede olvidar las ventajas, la oferta y hasta
la marca o recibir otros mensajes más competitivos, por lo que siempre actúa
en contra de la efectividad buscada.
Para diferenciar mejor el PLV de otras acciones es preciso considerar que:
Los objetivos básicos de esta acción son:
Hay muchos soportes para transmitir un mensaje de PLV. Existen materiales y adaptaciones ya muy trabajadas para maximizar el efecto, unos especialmente adecuados para el exterior del punto de venta y otros para cumplir su función en el interior de la tienda. Destacamos algunos de ellos: