¿Existen modelos
de programación? ¿Puede decirse que existe una manera pública y otra privada
de abordar la programación televisiva?. No lo creemos. De hecho, puede
decirse que con el servicio televisivo ocurre igual que con el servicio
bancario en el que el usuario apenas percibe diferencias entre el funcionamiento
de la banca privada o de las cajas de ahorro públicas (o antes con los
bancos públicos).
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Cumplir la normativa legal.
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Fijar la audiencia a la que dirigirse.
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Evaluar el potencial comercial de los programas disponibles
en cada momento.
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Saber dónde encontrar los programas necesarios para la planificación
creada, bien ordenando la realización de producciones propias, bien
negociando la adquisición de los de producción ajena, sin olvidar
nunca la amortización posible en futuras reemisiones.
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Hacer la parrilla, seleccionando el horario y orden más conveniente
de la emisión de programas e intentando que la combinación de esos
materiales se convierta para el público en una línea de imagen propia
y en un servicio identificable.
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Participar en la venta de ese servicio al espectador y los
anunciantes, produciendo en su caso los espacios autopromocionales.
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Comprobar el perfecto ajuste del orden de emisión de los programas.
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Evaluar los resultados de la audiencia conseguidos.