En los albores de la historia del cine no existían movimientos de
cámara, los actores se movían frente a ella y en las películas
se utilizaban únicamente planos fijos que fijan un punto de vista
único ante el que se desarrolla la acción. Innegablemente
su origen fue teatral y establecía la posible visión de un
espectador sentado en la butaca. Pronto los creadores de imágenes
vieron la posibilidad de aderezar sus historias con los movimientos de la
cámara o la de alejarnos o acercarnos al objeto a fotografiar aunque
éste permanezca estático. Esto dio lugar a una de las sensaciones
más reconfortantes para el espectador: la sensación casi física
de adentrarnos en la imágenes y viajar con ellas. En
suma, que los primeros planos fijos consiguieron una mayor significación
al comenzar las películas a rodarse en exteriores y sobre todo cuando
proliferaron las películas de persecuciones de policías y
ladrones que obligan a combinar en la misma secuencia diversos tamaños
de plano (véase, epígrafe 8.1. "Los
planos").
Veamos la descripción de los más conocidos movimientos de
cámara.
La panorámica es un movimiento sobre el eje horizontal (el más
habitual), vertical o diagonal. Las panorámicas se suelen hacer apoyada
la cámara sobre la cabeza del trípode pero en ocasiones se
ven algunas hechas a mano, mucho más inestables. Pueden ser de carácter
descriptivo, una panorámica sobre un espacio o personaje; de acompañamiento,
siguiendo a un elemento en movimiento; o de relación, asociando a
más de un personaje. La panorámica realizada tan rápida
como para emborronar la imagen se denomina barrido y se utiliza como recurso
estilístico (ver epígrafe 8.8 "Recursos
estilístios").
En los travellings la cámara se desplaza en relación
al escenario; se realizan colocando la cámara en unos raíles
para facilitar su movimiento. Lógicamente, pueden ser de avance,
de retroceso o de acompañamiento. Los travellings dotan a la imagen
de dinamicidad al variar la perspectiva con el movimiento de la cámara.
Con mucha frecuencia se dice que el travelling es el movimiento más
hermoso, "una cuestión de moral", como llegó a afirmar
el siempre provocativo Jean Luc Godard.
El movimiento de Zoom, o travelling óptico, es aquel en el
que el punto de vista o perspectiva de la cámara no cambia, únicamente
lo hacen las dimensiones de la escena en el interior del cuadro gracias
a los objetivos de focal variable. Un zoom nunca cumple la función
de un travelling. Su impresión óptica es diferente y por ello
transmite valores distintos. Su uso reiterativo conlleva un modelo de narración
efectista muy habitual en el cine de los años 60 y principios de
los 70.
El steadycam es un movimiento libre de la cámara. Se consigue
con un sistema de suspensión y absorción del movimiento que
permite al operador realizar tomas de seguimiento en situaciones imposibles
para un travelling; por ejemplo, subiendo una escalera o a través
de los árboles de un bosque.
Cabeza caliente es un movimiento en varios ejes de la cabeza
de la cámara permitiendo cualquier tipo de seguimiento y movimiento
a diferentes alturas. Extraordinariamente espectacular es muy utilizado
en los programas de televisión más llamativos, en la publicidad
y en los videos musicales. En los últimos tiempos, su traslado
a la narrativa cinematográfica, junto a la steadycam, ha conllevado
un pleno significado de la definición "cámara desencadenada".
Permite todos los puntos de vista imaginables en continuidad.
Otros movimientos de cámara también destacables pero de
menor calado en la historia del cine serían:
La simple y común cámara en mano como un movimiento
inicialmente asociado al punto de vista subjetivo al transmitirse a la
imagen y, por consiguiente, al espectador las vibraciones del operador
a la cámara; sin embargo, últimamente se ha enriquecido
el significado del movimiento de cámara asociándolo a una
sensación realista por su herencia del reportaje televisivo y a
los efectos violentos o de tensión (por ejemplo persecuciones en
el cine de terror).
La Grúa hace referencia a un movimiento amplio ascendente
o descendente para situar la cámara a grandes alturas como por
ejemplo en la dramática secuencia de los heridos postrados en la
estación de tren del film Lo que el viento se llevó (1939);
y la pluma: como movimiento corto ascendente o descendente para
equilibrar el cuadro al variar la altura de los elementos. Ambos movimientos
son considerados por muchos como travellings verticales.