Desde la misma aparición del cine sus pioneros sintieron una necesidad
de comunicar con sus públicos. Y, a pesar de que a lo largo de todo
el siglo XIX proliferaron distintos espectáculos audiovisuales que
acostumbraron a los espectadores a una cierta gramática del lenguaje
de las imágenes y los sonidos, fue la suma de las inquietudes de
profesionales y artistas, impelidos por su trabajo a dominar las estructuras
del espacio y el tiempo audiovisual, las que desarrollaron con el paso de
los años unas normas y códigos que han conformado lo que en
la actualidad denominamos lenguaje cinematográfico y, por extensión,
audiovisual.
Los planos
La unidad básica del lenguaje audiovisual es el plano. Desde una
perspectiva espacial, plano es el espacio escénico que vemos en el
marco del visor de la cámara o en la pantalla; desde una perspectiva
temporal plano (o toma) es todo lo que la cámara registra desde que
se inicia la filmación hasta que se detiene.
Cuando los pioneros cinematográficos empezaron a tomar conciencia
de las variaciones que surgían con los cambios de punto de vista
de la cámara y objetivos decidieron crear una tipología del
tamaño de los planos. La establecieron tomando como referencia básica
la figura humana; aunque los límites son flexibles puede decirse
que:
Plano General es aquel en el que predomina el decorado sobre el personaje.
Se utiliza cuando se pretende situar espacialmente el conjunto de los elementos
que se ven. En ocasiones, según su función, recibe el nombre
de "plano máster", plano que establece toda la acción
de la secuencia que luego será complementada con planos más
cortos. A su vez, el plano general puede dividirse en Gran Plano General
que se utiliza para dar una visión panorámica de un paisaje,
aunque también podemos usarlo para contrastar elementos de muy distinto
tamaño u ofrecer una visión completa de la acción,
por ejemplo; el plano del planeta tierra siendo invadido por los ovnis en
Mars Attacks! (1996) de Tim Burton. Plano General propiamente dicho:
aquel que nos ofrece el cuerpo completo del sujeto u objeto, por ejemplo;
los habitantes de Villar del Río alrededor del autobús en
la plaza del pueblo en Bienvenido Mister Marshall (1953) de Luis García
Berlanga. Plano General Concreto que equivale a un tamaño
casi exacto del personaje y del ambiente que le rodea, como ocurre cuando
Charles Foster Kane desciende las escaleras del Capitolio en Ciudadano Kane
(1941) de Orson Welles.
Plano tres cuartos o americano es aquel en el que el cuadro corta
la figura por las rodillas; es denominado del segundo modo porque era el
más frecuente en los westerns para mostrar de forma conveniente al
vaquero con su cartuchera con pistolas al cinto. Ha de tenerse cuidado con
ajustar bien el corte de la imagen porque si se baja a los tobillos o se
sube a la entrepierna produce una impresión óptica desagradable
conocida en el argot como planos tobilleros y bolivianos,
respectivamente.
Plano medio es el referido a una imagen que recoge cuerpos humanos
a la altura de la cadera. Este plano establece la interrelaciones directas
entre dos o más personaje o entre estos y los objetos del ambiente.
Verbigratia: la primera conversación entre Bosco y Ángela
en Tesis (1996) de Alejandro Amenábar.
El primer plano se centra en el rostro pero
también es aquel que incluye una parte completa del cuerpo. Obviamente,
centra completamente la atención del espectador en el personaje
al eliminar el contorno del encuadre; sirve para enfatizar en un punto
concreto la totalidad de la acción dramática. Exige una
dirección del actor muy meticulosa pues hasta el más ligero
de los gestos se ve multiplicado por la extensión que ocupan en
la pantalla.
Por último, el primerísimo primer plano o, más
habitual, plano de detalle es el que abarca una parte incompleta
del cuerpo. Su utilidad es enfática y su abuso conlleva un cierto
agotamiento visual del espectador.
El conjunto de los planos que poseen unidad de espacio y tiempo recibe
el nombre de secuencia y puede estar conformada bien por un único
plano al que se denomina plano secuencia o bien por una cantidad indeterminada
de ellos.
Naturalmente, no hay reglas únicas sobre la mejor elección
del tamaño de un plano y siempre va en relación con el efecto
que se quiera conseguir. La riqueza narrativa de los planos se basa en
la intercalación continua de sus diversos tamaños en una
misma toma ya sea por movimiento de los personajes/objetos o por el cambio
de posición de la cámara. El uso excesivo de los tamaños
extremos de plano, como planos generales o primeros planos, termina por
diluir sus funciones y virtudes. Suele establecerse como narración
armónica aquella que combina diversos modelos de corte de plano.