4.9 Transmisión: satélite, herciana, cable
Televisión etimológicamente
no significa otra cosa que
'visión a distancia'. Es decir, lo que da verdaderamente sentido a
la comunicación televisiva es que las imágenes y los sonidos se trasladan
desde un emisor, que es la cadena, hasta un receptor, que son los televidentes.
La única manera, y aún hegemónica, de enviar la señal de televisión de un
lugar a otro ha sido la retransmisión por medio de
ondas
hercianas. Sin embargo, en el presente muchos de los programas televisivos
que llegan a nuestros hogares lo hacen por medio de los satélites o del
cable, y hasta por medio de
Televisión Digital, conocida como TDT.
Las emisiones hercianas se basan en la
modulación
de la señal de vídeo en unas ondas que se propagan en la atmósfera por
medio del espectro de radiofrecuencia. Existen las
Onda Larga,
Onda Corta,
Onda Media,
VHF,
UHF... En la actualidad
las bandas de emisión televisiva corresponden
a los canales 21 al 69 de UHF; esta banda necesita
una red de remisores (repetidores) para cubrir el territorio (aproximadamente
cada 40 Kms. debe colocarse uno). En España, los enlaces de imagen se modulan
a los 5,8 Mhz, los de sonido a 8 Khz para transmisiones monoaurales y a
15 Khz para las esterofónicas.
Finalmente, como se sabe, la señal
es recibida por las antenas individuales
o comunitarias que se conectan con el televisor doméstico o con el magnetoscopio
que demodulan la frecuencia recibida
para poder 'leída'.
En resumen: la función de un modulador no es otra que la de convertir
una señal eléctrica (la ya conocida señal de vídeo) en una onda electromagnética
que transporta la información a larga distancia (onda portadora). Cuando
la onda portadora llega al televisor a través de la antena, el sintonizador
lleva a cabo la operación inversa: extrae de la onda portadora la información
electromagnética correspondiente a la señal (la demodula) y la convierte
en una señal eléctrica "legible" para el televisor o para el vídeo.
La televisión vía satélite se transmiten en las frecuencias de microondas,
situándose entre la banda de UHF y la de SHF; inicialmente entre los 3,5
y los 6 Gigahertzios (Ghz), pero
con los años se fue ampliando en distintas fases entre los 10,6 y los 50
Ghz.
Los
televisores ordinarios son incapaces de recibir emisiones vía satélite;
para poder hacerlo es necesario disponer de una antena parabólica capaz
de recibir las frecuencias de las señales del satélite y de un transformador
de la señal a los niveles que utilizan las emisiones terrestres.
La televisión por cable se transmite
por canales cerrados, aquellos
cuyas señales están delimitadas por su medio, por el canal. El cable coaxial
y la fibra óptica son los principales medios utilizados para transmitir
por este sistema.
El cable coaxial, compuesto por
hilo de cobre, transmite energía radioeléctrica y ofrece un alto nivel de
protección ante las interferencias aunque sufre una gran pérdida en su transmisión
debiéndose colocar amplificadores de señal cada 2 Km. de recorrido. A mayor
diámetro del cable, menor pérdida. El cable
de fibra óptica, compuesto
por fibra de vidrio, transmite energía lumínica, láser, permitiendo utilizar
conductores ópticos de mayor capacidad, incrementando el ancho de banda
y multiplicando la posibilidad de trasladar señales y canales de televisión.
Ofrece una mejor calidad de señal que el coaxial. Necesita un amplificador
de señal cada 20 Km.