4.6 El sonido
Los procesos
de obtención de
sonido en televisión no difieren excesivamente de los planteados en cine. Es más, la lectura
del epígrafe 5 del bloque de tecnología de Media Cine resulta imprescindible
para completar los conocimientos sobre el sonido en televisión, aunque
sólo fuera porque en la actualidad la captación de las señales sonoras
se hacen mayoritariamente por sistemas digitales comunes a los soportes
cinematográficos y televisivos.
El sonido en televisión era en sus inicios
monoaural (de un sólo canal) debiendo diferenciarse cada sonido por su volumen,
tono y calidad o timbre. Esto incrementaba el efecto de reverberación
y hacía que el oído exigiera un rango de frecuencias más amplio que los
sistemas
estéreos (canal derecho y canal izquierdo
diferenciados). En las cintas magnéticas la pista de sonido iba dispuesta
de una manera longitudinal y continua a lo largo de toda ella (la información
visual del vídeo se coloca en la cinta en pistas transversales).
A partir de la década de los años ochenta se van generalizando en televisión
las
grabaciones sonoras en estéreo que utilizan
en su registro separadamente dos pistas de audio. A pesar de que no es
frecuente ni siquiera hoy día la emisión televisiva en estéreo, algunos
magnetoscopios domésticos incorporaron calidad de sonido
HI-Fi (High Fidelity) hace más de una década. La principal diferencia
desde un punto de vista técnico consiste en que la
Alta Fidelidad es registrada por cabezas
de grabación sonora dispuestas en el mismo tambor en el que van colocadas
las cabezas de vídeo. Las pistas de audio HI-Fi se inscriben en la cinta
magnética de una manera transversal tal como ocurre con las imágenes de
vídeo.
En la actualidad, prácticamente todo el sonido es
digital. Es decir que en lugar de que las vibraciones de la presión
del aire, que son en definitiva el sonido, se transformen en señales eléctricas
que mantienen alguna analogía con el original, el sonido se descompone
en secciones con
valores numéricos (dígitos) que posteriormente son transformados en valores de tipo
binario mucho más fáciles de manipular para conseguir, entre otras muchas
cosas, los efectos como eco, reverberación y otros.
Dado que gran parte del trabajo de televisión se realiza en estudio es
muy importante cuidar la acústica de éstos. Así encontramos:
Estudios reverberantes que acentúan
los sonidos deseados - diálogos, música- y los no deseados - cables arrastrándose
por el suelo, ruidos de maquinaria para desplazar la cámara -, especialmente
si hay silencios. Y
Estudios muertos, aquellos adaptados
con superficies que absorben las reflexiones acústicas; el sonido no se
transmite tan bien en estos estudios debido a esta falta de reflexión
por lo que los micrófonos deben utilizarse mucho más cerca de las fuentes
de sonido.
Con
respecto a los micrófonos y completando lo dicho en el epígrafe del sonido
de Media Cine puede añadirse que para la Televisión existen:
-
Micrófonos
personales; se denominan así aquellos que se sujetan directamente al
invitado o locutor, como los de corbata o los diminutos dispositivos
auditivos - popularmente conocidos como pinganillos - que sitúan en
una de las orejas, a través de los que se les comunican a los locutores
las instrucciones.
-
Micrófonos
de mano; de tipo omnidireccional, son robustos, fácilmente manejables,
protegidos contra el viento, provistos de una malla con forma de bola
que elimina ruidos extraños cuando se acerca demasiado a la fuente
sonora. Son los habituales en reportajes de calle e intervenciones
de público en plató.
-
Micrófonos
de pie; de altura regulable con un tubo telescópico sustentado por
un trípode de cangrejo. Utilizado por cantantes solistas, comentaristas
erguidos y actuaciones de orquestas.
-
Micrófono
colgado; suspendido sobre el área donde actúa. No da buen resultado
en situaciones de varias intervenciones individuales como un debate
o una tertulia.
-
La
jirafa; sujeto al extremo de una caña de tamaño variable mediante
una pinza. Puede ser: manual,
cuando el ayudante de sonido opera la caña suspendiéndola a pulso
en el aire dirigiendo el micrófono a la fuente sonora o jirafa grande o telescópica, situada sobre una dolly lo que la dota
de gran movilidad tanto de desplazamiento como de alcance por lo extensible
de su brazo. Es la más óptima en estudio aunque su manejo puede ser
aparatoso