5.5. El tiempo y la narración en la radio

Con independencia de lo explicado en el apartado sobre la redacción radiofónica, cuando nos enfrentamos a la construcción de producciones complejas, como puede ser la elaboración de un reportaje o de una pequeña ficción, es importante conocer algunas técnicas narrativas para aplicarlas correctamente en función de aquello que queramos contar.

No obstante, antes de entrar en materia, vale la pena comentar ciertos aspectos relativos al tratamiento del tiempo en la radio, ya que éste es un elemento que influye poderosamente sobre la narración. Así, por ejemplo, en una ficción coexisten dos tipos de tiempo que pertenecen a realidades diferentes. Por una parte, nos encontramos con el llamado tiempo dramático, que se correspondería con aquel que dura la historia que contamos. Por otra parte, tenemos el denominado tiempo real, que se correspondería con la duración del programa en cuestión. Es decir, podemos recrear toda la vida de una persona (tiempo dramático) en 30 minutos (tiempo real).

De hecho, las posibilidades de tratar el tiempo en la radio son tres:

  1. Respetándolo con total fidelidad: La emisión dura el mismo tiempo que la acción que se está describiendo, tanto si es en directo como en diferido. Este es el caso, por ejemplo, de la retransmisión de un partido de fútbol, de un concierto, de una obra de teatro, etcétera.
  2. Reduciéndolo: La duración de la emisión es inferior a la duración del hecho que se está narrando. Este sería el caso, por ejemplo, de un resumen en 3 minutos de una sesión parlamentaria que en realidad ha durado más de ocho horas.
  3. Ampliándolo: La duración de la emisión es superior a la de la acción o el hecho que se está explicando. Este sería el caso, por ejemplo, de un reportaje de 30 minutos sobre un devastador terremoto que en realidad no superó los 45 segundos de duración.

Como ves, el tiempo se puede manipular. Más adelante volveremos a incidir sobre esta cuestión, pero antes nos referiremos a las distintas posibilidades narrativas que nos ofrece el medio. Estas posibilidades son las siguientes:

  1. Continuidad o narración lineal: Es la forma más habitual de construir los mensajes radiofónicos. Aparece cuando los hechos se exponen siguiendo un orden cronológico, es decir, en función de cómo se han ido sucediendo temporalmente en la realidad. Una narración lineal no implica que nos veamos abocados a contar absolutamente todo, sino que ya es suficiente con extraer los aspectos que más nos interesan.
  2. Narración invertida: Supone la alteración del orden cronológico. De hecho, aparece cuando estamos contando un presente y nos trasladamos a un pasado o a un futuro para luego volver a ese presente.
  3. Narración paralela o paralelismo: Se da cuando presentamos alternativamente situaciones o hechos ubicados en diferentes espacios, pero con la particularidad de que coinciden en el tiempo (por ejemplo, dos personas que van en avión y otras dos personas que las esperan en el aeropuerto).

Cuando en una narración lineal-cronológica comprimimos el tiempo, en tanto que decidimos prescindir de algún intervalo, estaríamos haciendo uso de una elipsis. Esto sucedería, por ejemplo, si en una producción radiofónica escuchamos el efecto sonoro 12 campanadas seguido del efecto Canto de gallo. Hemos pasado de la noche al día, hemos comprimido el tiempo, pero sin alterar el orden cronológico.

En el caso de una narración invertida, cuando nos trasladamos al pasado estamos llevando a cabo lo que en los medios audiovisuales se denomina Flash-back, mientras que si la traslación es hacia el futuro, entonces hablamos de Flash-forward. El Flash-back se utiliza básicamente para recrear recuerdos, vivencias, etcétera, que son esenciales para comprender el desarrollo de aquello que se está explicando, mientras que el Flash-forward se usa para representar especulaciones, ilusiones, presagios, etc. Ten en cuenta que las simples alusiones a tiempos pasados o futuros no implican directamente una narración invertida. Para que ésta se de, es necesario que se recreen acciones o hechos de esos tiempos. Si escuchas con atención este Flash-back apreciarás con claridad a qué nos referimos cuando hablamos de recreación.

5.5.1 Técnicas de realización. La importancia de las figuras del montaje
La forma más fácil y convencional de trabajar el tiempo en la radio es la que consiste en hacer uso de alguno de estos tres recursos: el narrador, el silencio o la música (a modo de cortina o ráfaga). Sin embargo, su utilización denota una cierta falta de creatividad y, en muchas ocasiones, niega la riqueza expresiva de las materias primas que componen el lenguaje radiofónico.

El narrador sólo debe usarse cuando resulte imposible describir una acción determinada. Recuerda que la música y los efectos sonoros cumplen distintas funciones en la radio. Bastará usarlos adecuadamente para que no tengamos que recurrir a una voz que los supla. Por otra parte, tampoco es necesario que un narrador explique, por ejemplo, que nos trasladamos al pasado o al futuro, o que recorremos un espacio determinado. Algunas figuras del montaje, como el Fundido o el Fundido Encadenado, son muy válidas para expresar ese tratamiento del tiempo. No obstante, debemos puntualizar que la figura ideal para llevar a cabo un flash-back o un flash-forward es el Fundido Encadenado, ya que, al cruzarse dos situaciones (por ejemplo tiempo presente/tiempo pasado, o espacio calle/espacio casa), es mucho más fácil para el oyente percibir el cambio que se está produciendo.

El Fundido, en cambio, resulta más idóneo para recrear traslaciones espaciales y temporales en el marco de una narración lineal-cronológica, al igual que un Fade Out seguido de un Fade In.

En el caso de una paralelismo, se aconseja el Encadenado, aunque esto no implica que no se pueda hacer uso, por ejemplo, de un Fundido Encadenado. Ten en cuenta que en una narración paralela se muestran acciones que transcurren al mismo tiempo, aunque en espacios distintos.

Lo que nunca debes hacer es utilizar un Fundido Encadenado en una narración lineal-cronológica, ya que, según lo que hemos explicado, en este caso no tiene sentido hablar de tiempos que se cruzan.

Conviene que sepas, finalmente, que si realizas una traslación al pasado o al futuro desde un presente, para asegurar la coherencia narrativa tienes que volver a ese presente de idéntica forma en que te fuiste, es decir, haciendo uso de la misma figura del montaje (si la ida fue con un Fundido Encadenado, la vuelta también lo tiene que ser) y del mismo escenario sonoro. En una narración paralela, también es importante seguir este consejo y, sobre todo, definir claramente cada uno de los dos espacios sonoros en los que transcurren las acciones que se desarrollan al unísono. Es necesario que cada uno de esos espacios se distinga con nitidez y que el oyente sepa en qué lugar se encuentra en cada momento.


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