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ÉCIJA (SEVILLA). Iglesia del Carmen Calzado. Ampliar e Imprimir Ampliar Imprimir
ÉCIJA (SEVILLA). Iglesia del Carmen Calzado.
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Los Cuatro Evangelistas, pertenecientes al paso procesional del Cristo Yacente perteneciente Muy Ilustre y Real Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo. Iglesia del Carmen Calzado, Écija.
Estas cuatro esculturas son obra de Pedro Duque Cornejo, escultor sevillano de mediados del siglo XVIII. Consta documentalmente que este autor trabajó para la capilla y trono de procesión del Santísimo Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro, con sede en la Iglesia del Carmen Calzado de Écija (Sevilla).

Las obras que se conservan de Pedro Duque Cornejo en la mencionada iglesia son cuatro grandes y bellos relieves ovalados, profusamente adornados con copetes de hojarasca, representando escenas de la Pasión, que se ubican en las pechinas de la capilla del Cristo Yacente, cuatro pequeños relieves, también ovalados, reutilizados en el basamento del trono de procesión de dicha imagen y los Cuatro Evangelistas, concebidos para ser colocados en las esquinas de una bella urna barroca de carey y plata, que guarda la figura de un Cristo Yacente del siglo XV.

Los Cuatro Evangelistas están tallados en madera de ciprés, estando el embón escultórico conformado por piezas de madera, encoladas con cola animal en dirección de veta, a excepción de las manos que se tallan por separado en otras piezas de madera y se fijan a la escultura mediante pernos de madera. La talla se apareja al modo tradicional con sulfato cálcico y cola de retazos de piel. La policromía de los ropajes está resuelta al temple de huevo, esgrafiado sobre oro bruñido para imitar ricas estofas y con corladuras al barniz, también sobre el oro. Las carnaciones y cabellos son de óleo bruñido con “coretes”. Hay que mencionar que el propio Pedro Duque Cornejo policromaba sus obras, esto explica la perfecta adecuación de la policromía a las esculturas.

El carácter de figuras de culto y procesión ha supuesto las alteraciones lógicas de su uso: desencolado y agrietamiento de la madera, pérdidas de volumen, levantamiento de policromías, salpicado de gotas de cera, re-barnizados y repintes puntuales.

Su destino cultual ha condicionado el tratamiento: se han fijado las policromías, se han eliminado las gotas de cera, se han eliminado barnices oxidados y repintes puntuales y se han reconstruido las pérdidas de volumen. Finalmente se han aparejado las lagunas y entonado mediante témperas y acuarelas, procurando un acabado final en trama que distingue las partes reconstruidas. Se aplicó un barnizado final protector.
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