7.8 El tratamiento de la información

Una de las características de los medios de comunicación de prestigio es diferenciar las opiniones de los hechos. Decían los anglosajones que los hechos son sagrados mientras que las opiniones pueden ser tenidas en cuenta o rechazadas. El periodismo anglosajón, desde sus orígenes, diferencia los hechos y las opiniones mediante la utilización de las convenciones o géneros periodísticos, que ayudan al lector a diferenciar las opiniones de los hechos.

A las convenciones de información que has podido abordar en el módulo 4 de Media-Prensa dedicado a los géneros periodísticos (artículo, lead, entrevista, editrorial, crónica, etc.) vienen a sumarse, posteriormente, los denominados libros de estilo que adoptaron con prontitud tanto las agencias como los otros medios de información de prestigio.

Un libro de estilo es un conjunto de normas que tienen los redactores de una publicación, una agencia, o una emisora de radio o televisión para presentar sus originales. Como puede apreciarse, se está hablando de algo normativo, una serie de normas a las que atenerse. El profesor de la Universidad de Columbia (Estados Unidos) Melvin Mencher dijo que el propósito de un libro de estilo es " establecer unas normas para las abreviaturas, las mayúsculas, minúsculas, puntuación y otros usos del lenguaje en lo que existen o pueden existir diferencias de opinión".

Juan Luis Cebrián, primer director de El País, meses antes de que este diario llegara a los kioskos dijo, respecto al libro de estilo: "durante los tres primeros meses de trabajo antes de que El País saliera a la calle, un equipo de treinta personas se dedicó a dos tareas fundamentales: redactar un primero e incompleto pero en cualquier caso libro de estilo y crear el diseño de un prototipo válido, acorde con el estilo periodístico. De este modo, muchas de las cosas que hoy salen en el periódico pueden ser erróneas, pero casi ninguna resulta fruto del arbitrio personal o del azar".

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