7.6 La organización del trabajo

 

Las agencias de noticias internacionales son empresas que trabajan las veinticuatro horas del día, durante los trescientos sesenta y cinco días del año. Esto es posible gracias a la programación del trabajo en tres turnos: mañana, tarde y noche. Aunque muchos de los periodistas realizan jornadas que abarcan desde las nueve o las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde. En la jerga periodística se acostumbra a decir que el periodista sabe cuándo entra a trabajar, pero nunca cuándo sale, porque este hecho está marcado por el devenir de los acontecimientos, de los hechos imprevistos, que son los más atractivos para los profesionales de la información.

La columna vertebral de las grandes agencias es la información de ámbito internacional, nacional, de deportes y gráfica, además del departamento de televisión. Para cubrir estas informaciones correctamente se divide el trabajo y cada sección- se llama así a cada división de las tareas informativas- abarca una materia determinada. Si nos centramos en la información de nacional, vemos que ésta está dividida en las siguientes secciones: política, autonomías, tribunales-interior-sucesos, sociedad, ciencia y tecnología, cultura-espectáculos, economía, edición, además de la información local de aquella ciudad donde tiene la sede la agencia. En rasgos generales, coinciden con las secciones de los periódicos de tirada nacional, aunque en las agencias puede haber más secciones -más división del trabajo- debido al volumen de noticias que se generan diariamente. En el caso de la española EFE, más de 3.000 al día.

Una jornada laboral suele comenzar con la reunión de los directores de nacional, internacional, deportes, grafica, televisión y banco de datos, con el director de información. En esta reunión se comentan las incidencias del nuevo día, y se repasan aquellos hechos que por su continuidad informativa siguen vigentes. Además, se analizan los éxitos y se sopesan los errores para evitar que vuelvan a producirse. Posteriormente los directores de las mencionadas áreas se reúnen con los redactores jefe y los jefes de sección, que son los encargados de decir al resto de los periodistas qué informaciones tienen importancia para ser cubiertas.

Decía Herbert Gans, en su estudio sobre los medios de comunicación, que la información llega a las agencias, al igual que al resto de los medios de comunicación, a través de distintas vías: convocatorias por parte de la fuente informante -que se llaman conferencias o ruedas de prensa-, comunicados de los gabinetes de prensa, entrevistas, fuentes particulares de cada periodista y a través de otros medios como la radio, la televisión, la lectura de la prensa, etc.

Los periodistas, una vez que se han repartido el trabajo, se desplazan a los distintos puntos a realizarlo. Una vez finalizado, regresan a la redacción para escribirlo -si la información es urgente, o se está lejos de la sede, se trabaja en ordenadores portátiles y se transmite a través de los teléfonos móviles-.

Una vez que la información está redactada, el periodista la transmite al ordenador central que, a su vez, lo hace llegar a los ordenadores de los editores, que son los encargados de comprobar si la información es correcta en cuanto a contenido, fuentes y redacción. Si es así, la información es transmitida inmediatamente a los abonados y si contiene algún error o alguna duda se cotejan los datos antes de que salga.

Esto mismo sucede en las delegaciones de provinciales, que después de recopilar la información la trasmiten a la delegación principal de la provincia, generalmente la capital de la comunidad autónoma, donde los editores corrigen la información si es necesario y seleccionan aquellas noticias que son meramente autonómicas o aquellas que tienen relieve nacional y la transmiten a la central, para que llegue a todos los abonados.

Un hecho imprevisto moviliza en un primer instante a la sección que deba cubrirlo y a aquellas personas que se encuentren más cerca de lo acontecido. Según la magnitud de la noticia, y los distintos enfoques desde donde pueda ser tratada, se ponen en funcionamiento las secciones pertinentes, pero es habitual que ante un hecho de gran relieve -como por ejemplo los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos- los periodistas abandonen aquellas noticias de menor importancia y todos se pongan a trabajar en el tema desde los distintos ángulos o enfoques en que la información debe de ser tratada.

Esta organización del trabajo ocurre por igual en la sección de internacional que en la sección de gráfica. Esta última tiene un inconveniente o un atractivo, según se mire, que no se da en el resto de las secciones. Mientras que si el periodista no llega a una rueda de prensa, siempre puede tener recursos para reunir la información, el informador gráfico, si no está, no tiene la foto, porque hay hechos que suceden en un instante y son irrepetibles.

Los adelantos técnicos como los satélites, el teléfono móvil o los ordenadores personales han facilitado la labor de los profesionales y han conseguido que el flujo informativo llegue a sus puntos de destino casi al instante.

En el área gráfica, la cámara digital ha tenido una repercusión importantísima en el proceso informativo: ha eliminado costes, carretes, el proceso de revelado y, por ende, el papel o las diapositivas y ha conseguido que las imágenes captadas en un disco pueden ser tratadas -editadas- en un ordenador personal y transmitidas, casi al instante, a la central que, a su vez, las hace llegar con la mayor celeridad posible a los abonados.

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