4.5 La entrevista

La entrevista puede ser considerada como un tipo específico de reportaje. Si bien sus elementos característicos también pueden convertirla en un género periodístico totalmente diferenciado. Lo que interesa es tener claro que la entrevista pertenece a los géneros interpretativos.

La entrevista es un género que está muy presente hoy en día en la prensa. Tanto los periódicos como los semanarios u otro tipo de revistas dedican muchas de sus páginas a ofrecer a sus lectores entrevistas con aquellos personajes públicos que se consideran relevantes. Permiten al lector un acercamiento virtual, un conocimiento directo de aquellos personajes que le resultan interesantes, admirados, queridos...

Existen distintos tipos de entrevistas, pero la entrevista periodística por excelencia es la que se conoce como entrevista de personalidad. El periodista, en este caso, trata de recoger con veracidad la personalidad del personaje entrevistado. Comparte con sus lectores aquellos elementos más significativos de la conversación que ha mantenido con ese personaje.

La técnica de redacción de la entrevista consiste en alternar las descripciones o consideraciones que realiza el periodista con las palabras textuales del entrevistado. Esa combinación permite que el lector pueda penetrar en la psicología del personaje. El periodista introduce en sus consideraciones elementos interpretativos.

Las entrevistas de personalidad suelen contar con una extensión considerable que puede alcanzar distintas páginas y suelen ir acompañadas de un reportaje fotográfico que retrata la imagen del entrevistado, mientras que el texto de la entrevista pretende retratar el "espíritu" del mismo.

Los periodistas que realizan este tipo de entrevistas deben saber persuadir al entrevistado y crear un clima de conversación lo suficientemente agradable para que el personaje se muestre tal y como es en realidad. Posiblemente las entrevistas preferidas por los lectores son aquellas en las que los entrevistados muestran su verdadera personalidad, muchas veces oculta tras una imagen pública determinada.

Conseguir extraer opiniones interesantes y sinceras del entrevistado depende en gran parte de la destreza y la psicología del propio periodista. La entrevista siempre debe transcurrir como una conversación grata para el entrevistado. En muchas ocasiones el entrevistado parte de una actitud desconfiada pero las preguntas y la conversación del periodista consiguen un talante mucho más expresivo y sincero por su parte.

Para obtener una buena entrevista, el periodista necesita en primer lugar una buena documentación sobre el personaje. Necesita conocer aquellos pasajes más interesantes de su vida y de su obra para poder realizar preguntas profundas e interesantes. El periodista puede llevar un guión con las preguntas que previamente ha pensado y formularlas a lo largo de la conversación, pero no debe olvidar que en el transcurso de la misma, y ligadas a las respuestas, pueden aparecer nuevos temas interesantes sobre los que es conveniente improvisar nuevas cuestiones. Es fundamental prestar atención a la respuesta que nos ofrece el entrevistado, un error muy común es que el periodista enuncie su pregunta y mientras le contestan tan sólo se preocupa de pensar cuál será la siguiente pregunta que va a formular.

Si realizas alguna entrevista, puedes tomar notas y, si te lo permite el entrevistado, grabar la conversación. Todo ello te resultará muy útil a la hora de redactar la entrevista, pero no olvides que no debes distraer nunca al entrevistado con la manipulación de la grabadora, el cambio de cinta, etc. Tampoco debes fijar tu mirada en la libreta de las notas. No te olvides que estás conversando con ese personaje y que es a él a quien debes mirar, manifestándole tu atención. ¿A que tú tampoco harías una confidencia, ni te mostrarías excesivamente expresivo con una persona que te da la impresión que no escucha porque parece pensar en otra cosa y no te mira directamente?

El buen periodista sabe comportarse con la mayor naturalidad y educación con el entrevistado sin que ello le impida realizar preguntas presumiblemente incómodas o comprometidas y guiar la conversación.

Para la redacción de la entrevista no es obligatorio ceñirse al orden estrictamente cronológico en que se han ofrecido las respuestas. Podemos romper ese orden, buscando agrupar las respuestas por temas, momentos de la biografía del personaje, etc. Pero sí tienes la obligación ética y profesional de ser fiel y veraz con las palabras del entrevistado.

Hay otros tipos de entrevistas como las realizadas a modo de test o cuestionario fijo, entrevistas de declaraciones, etc.


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