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8.9 El fotoperiodismo
Una buena foto periodística habla con la verdad. Un periódico es, sobre todo, el soporte del texto (tipografía), pero las fotografías e ilustraciones, aunque ocupan menos espacio que los textos, desempeñan una importante tarea informativa y documental. Además, en los tiempos que corren, las fotografías y las infografías han ido adquiriendo más importancia. Los defensores de la información gráfica dicen que las fotos informan tanto como los textos, por lo que hay que tratarlas con el mismo respeto.

La fotografía periodística busca captar el suceso, el acontecimiento. A partir de la guerra de Crimea se inició una de las más interesantes novedades del periodismo gráfico, el reportaje, que durante la guerra de Secesión norteamericana alcanzó altas cotas de aceptación. Pero será a partir del último tercio del siglo XIX y, sobre todo, a partir del descubrimiento del grabado en color, cuando la fotografía se va a incorporar como un elemento informativo frecuente en la prensa. Surgió la figura del reportero gráfico profesional como un periodista que comunica con la imagen, de forma visual. Los continuos avances técnicos y, principalmente, a partir de la mítica cámara Leika en 1913 y las películas de 21 DIN/100 ASA, facilitaron y agilizaron el trabajo de los profesionales del fotoperiodismo.

En España, los semanarios de finales del siglo XIX, como La Ilustración Española y Americana, que se editaba en Madrid, tuvieron un gran éxito gracias a las colaboraciones de destacados dibujantes y fotógrafos como Juan Comba, pionero del periodismo gráfico español. Comba colaboró con Blanco y Negro, El Imparcial, La Época y La Esfera. Otro destacado fotógrafo, fallecido a finales del siglo XX, fue Alfonso Sánchez Portela, corresponsal de La Voz en la guerra de Marruecos y testigo del siglo XX español.

Una buena foto es la que atrae la atención de inmediato. Su calidad está determinada por el impacto emocional que provoca en el lector. El periodista grafico para lograr una buena foto debe acudir al lugar de la noticia y acceder lo antes posible para poder captar la imagen de la información en caliente. La fotografía obtenida será el mejor documento para testimoniar la veracidad de una información. Este hecho provoca que muchos fotógrafos, todos los años, den su vida por informar. Las guerras (civiles, golpes de estado, internacionales, etc.) siempre han sido, junto con otros acontecimientos como las olimpiadas o las catástrofes naturales, las que han despertado un mayor interés para los lectores. No es de extrañar por lo tanto que sean un foco de atención informativo para los periodistas gráficos en busca de esas imágenes que después darán la vuelta al mundo y, además, serán motivo de importantes premios. Hay imágenes que han pasado a la historia, como la muerte del miliciano republicano, durante la guerra civil española, en 1936, de Robert Capa. Este fotógrafo sentó cátedra en el campo del fotoperiodismo al lograr captar imágenes de gran impacto visual e informativo. Otras fotografías nos han mostrado lo que muchos textos no eran capaces de trasladarnos, como la foto del niño vietnamita huyendo de los soldados norteamericanos durante la guerra de Vietnam, y que nos acercaron a la realidad terrorífica de la guerra. El fotoperiodismo sintetiza el contenido de un acontecimiento y lo eleva a la categoría de noticia.

Otras formas de fotoperiodismo, que se necesita por razones comerciales, es la foto posada. Es una imagen artificial, irreal, estéticamente perfecta. Se utiliza en la actualidad sobre todo en las secciones de sociedad, en las revistas del corazón. Ahora los equipos fotográficos son mucho más avanzados y es posible tomar mejores fotos y más rápidas. Las cámaras digitales permiten guardar el trabajo en un disquete o en un cartucho de memoria, o enviar las imágenes con gran calidad a la redacción por satélite en segundos para ser tratada y lanzada a imprenta. Las cámaras réflex facilitan la macrofotografía, es decir, la aproximación de objetos diminutos, o mediante teleobjetivos acercarse o llegar a grandes distancias (muy útiles para los paparazzi). Otro elemento fundamental es el motor, que permite capturar la mejor imagen en una secuencia fotográfica que de varios fotogramas por segundo. De cine.
 





Fotoportada
© Patricia Merino


La gaceta Universitaria.
2/12/2002, p. 6


ABC
Año XCIX, Nº 31.782,
4/12/2002, P. 49


El Mundo
Año XIV, Nº 4.749,
4/12/2002, p.12


El País
Año XXVII, Nº 9.322,
4/12/2002, p.8