El sistema de
flexión Nuestra lengua posee un sistema
flexivo que permite modificar las terminaciones de
algunos tipos de palabras para marcar:
El
género o el número de sustantivos, adjetivos
y pronombres:bueno', 'buena', etc.
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El
número o la persona de las formas verbales:
'canto', cantas'; 'cantabas', 'cantábamos',
etc. | Así pues, según tengan o no
esta facultad de 'flexión', las palabras se
clasifican en:
La flexión sintáctica de las lenguas
indoeuropeas
El griego clásico, como lengua
de origen indoeuropeo, es una lengua
flexiva. Eso significa, básicamente, que las
palabras pueden recibir sufijos
y desinencias que
cambian su categoría gramatical (género, número,
etc.). Pero, a diferencia del español, sus formas
nominales poseen un sistema flexivo por el
que a una misma raíz o tema se le añaden
diferentes terminaciones o casos para marcar las funciones sintácticas
de las palabras dentro de la frase.
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El sistema
flexivo
griego
| Mediante este tipo
de flexión, las palabras van cambiando sus
terminaciones según cumplen función de Sujeto, de
Complemento Directo, Complemento
Indirecto, etc.
Huellas de la flexión sintáctica en
español Nuestra lengua es también flexiva. Pero el
juego de desinencias que se aplican a sustantivos y
adjetivos en español es poco numeroso.
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El
español, aunque ha perdido esta posibilidad,
aún conserva su huella, por ejemplo,
en los pronombres personales heredados del
latín. Al variar éstos su función sintáctica,
parecen desdoblarse en varias formas, aunque
percibimos que siguen aludiendo a una misma
realidad u objeto. Así, las formas de los
pronombres 'yo', 'tú', sólo se utilizan para la
función de Sujeto o Predicado Nominal frente a
otras formas como 'me' y 'te' o 'mí' y 'ti',
que poseen otras
funciones | Otros
idiomas Algunos idiomas modernos de nuestro
entorno europeo, como el griego moderno o el alemán,
mantienen de forma parcial un sistema de casos y de
declinaciones en sus respectivas
lenguas. |