CONTENIDOS

4. LA ALTERACIÓN DE LAS ROCAS SUPERFICIALES

Las rocas que aparecen en la superficie se encuentran alteradas con respecto a como se encuentran en profundidad.
Este cambio se debe a la meteorización:

4.1. Meteorización.

Son los cambios producidos en las rocas por la acción de la atmósfera y de los seres vivos. Se produce en tres formas:

Meteorización mecánica: Debida a los cambios en las variables físicas de las atmósfera (temperatura, insolación). Su efecto es la disgregación de las rocas en fragmentos de menor tamaño, permitiendo una mayor actuación de los otros tipos de meteorización.

Los cambios en la temperatura o de insolación hacen que, debido a los diferentes colores y coeficientes de dilatación de los minerales de una roca, se originen tensiones internas que terminen en su disgregación.

Diaclasas

La exhumación de una roca crea en ella una serie de grietas (diaclasas) debidas a la descompresión. Los ciclos de hielo y deshielo, característicos de muchos climas, hacen que el agua introducida en las grietas aumente de volumen al helarse, ejerciendo presión sobre las paredes. La repetición de ciclos de helada tiene como consecuencia el ensanchamientos de las grietas.

Meteorización Química: debida a la actuación de los elementos químicos que componen la atmósfera.
Se produce la alteración de los minerales de la roca y la formación de nuevos compuestos permitiendo su
transporte en disolución. Varía mucho según las zonas climáticas. Las reacciones más frecuentes son de
oxidación, carbonatación, disolución e hidratación.

Meteorización biológica: Debida a la actividad de los seres vivos. También tienen efectos mecánicos (raíces de las plantas, galerías, madrigueras) o químicos (aumento de concentración de CO2 por fermentaciones, generación de ácidos por descomposición de materia orgánica).

El efecto conjunto de los tres tipos de meteorización es que se produce la disgregación de la roca, permitiendo
su posterior erosión y transporte por los agentes geológicos.

  4.2. Complejos de intemperismo:

La acción de la meteorización durante largo tiempo, en zonas donde no se verifican otros fenómenos como la erosión, trae como consecuencia la formación de complejos de intemperismo que gozan de importancia económica pues constituyen yacimientos de minerales explotables. Los más importantes son lateritas y bauxitas, y de menor entidad, incluimos en este apartado los yacimientos de "gossan" y caolín, que son también consecuencia de la meteorización.

Las lateritas y bauxitas corresponden en realidad a un tipo particular de suelo, desarrollados en climas tropicales y topografía plana, que favorece la permanencia del agua en el suelo, y retardar los procesos erosivos sobre el mismo.

Las lateritas son horizontes edáficos enriquecidos en óxidos e hidróxidos de hierro, como consecuencia de la meteorización química de una roca con rica en hierro, generalmente sobre rocas ígneas básicas o ultrabásicas (con minerales ferromagnesianos como el olivino o el piroxeno). La hidrólisis de sus minerales da lugar a la formación de hidróxidos y óxidos de hierro (goethita, lepidocrocita, hematites), a menudo acompañados de cuarzo e hidróxidos de aluminio y manganeso.Algunos de los yacimientos de hierro más importantes del mundo son de este tipo, como los del estado de Minas Gerais, en Brasil.

Explotación minera en una laterita.

Explotación de bauxitas

Las bauxitas son muy similares a las lateritas, pero enriquecidas en hidróxidos de aluminio, debido a que se forman sobre rocas ricas en este elemento. Los minerales que forman las bauxitas son bohemita, diasporo y gibsita, a menudo acompañados de hidróxidos y óxidos de hierro y minerales arcillosos, fundamentalmente caolinita.

Las monteras de hierro o "gossan" son los mantos de alteración de algunos yacimientos de sulfuros: cuando estos quedan sometidos a la acción de la intemperie, sufren una serie de procesos meteorización. En su parte superior existe de una zona de oxidación con hidróxidos de hierro y concentración de oro y la plata en los sulfuros y bajo esta, una zona de cementación, por debajo del nivel freático, en la que se producen enriquecimientos en sulfuros de cobre (calcosina y covellina).

Zona de oxidación en Minas de Riotinto.

Mina de Caolín

Además, existen yacimientos de caolín que se originan sobre rocas ígneas fuertemente alteradas, por meteorización de los feldespatos.

Actividad 11

 

4.3. Formación de suelos.

La meteorización de las rocas continentales y su colonización por parte de las plantas, con su aporte de materia orgánica parcialmente descompuesta, originan los suelos.

Componentes del suelo: En un suelo se pueden diferenciar diferentes tipos de componentes:

* Componentes sólidos: constituido a su vez por la fracción mineral,
  fragmentos procedentes de la descomposición de la roca madre y
  caracterizada por los diferentes tamaños de granos de los
  fragmentos y su disposición, y la fracción orgánica o humus
  originada por la descomposición de restos de los seres vivos por la
  acción de las bacterias y hongos y en diferentes grados de
  mineralización por iones procedentes de la fracción mineral.

* Componentes líquidos: agua que circula por los diferentes horizontes   provocando la disolución y precipitación de sales en los diferentes
  horizontes.

* Componentes gaseosos: gases atmosféricos en cantidades
  variables, (oxígeno, dióxido de carbono, etc).

Estructura del suelo: En un suelo maduro se pueden diferenciar tres horizontes, que se designan como A, B y C.

* El horizonte A es el más superficial, y se caracteriza por su color
  oscuro, debido a la presencia en el mismo de abundante materia
  orgánica. Además, es el más afectado por los procesos de
  disolución, que arrastran sus iones hacia horizontes más profundos,
  por lo que se le conoce también como horizonte de lixiviación o de
  lavado.

* El horizonte B recibe también el nombre de horizonte de acumulación,
  porque en él se produce el depósito de iones procedentes del lavado
  del A. Se caracteriza por la abundancia de componentes minerales,
  que pueden ser tanto arcillas, producto de la meteorización de la roca,
  como sales precipitadas (carbonato cálcico e hidróxidos de hierro).

* El horizonte C es el formado directamente sobre la roca, por lo que está constituido mayoritariamente por
  fragmentos más o menos alterados y estructurados de ésta.

Factores que intervienen en la formación del suelo: En la formación de un suelo intervienen una serie de factores que van a afectar a su configuración:

* Roca madre: Determina el tipo de fracción
  inorgánica. Influye mucho en las etapas
  iniciales del desarrollo.

* Clima: Determina tanto los procesos de
  meteorización cómo la existencia de los
  seres vivos que potencialmente van a
  efectuar la colonización de una región.

* Pendiente: Las altas pendientes favorecen
  los procesos erosivos y dificultan la
  instalación de vegetación, impidiendo en
  algunos casos la formación del suelo.
 

Terrenos con ausencia de foemación de suelos

* Seres vivos: El tipo de organismos que colonizan un suelo
  condicionan su evolución, pues son el aporte de su fracción   orgánica. Así, a igualdad de los otros factores la vegetación   colonizadora puede originar suelos con mayor o menor   acidez (en el clima mediterráneo, los pinos o eucaliptos   originan suelos mas ácidos y más pobres que el que se   genera en un encinar).

* Tiempo de evolución: La formación de los horizontes del suelo requiere de tiempo y de estabilidad en
  los otros factores.

Evolución del suelo:

La génesis de un suelo proceso comienza con la formación de un regolito (roca alterada), sobre el que se implanta la vegetación y se produce la vida y muerte de animales y plantas. La acumulación de esta materia orgánica, y los procesos de lavado superficial producen la diferenciación de un suelo AC. Con el tiempo se llegan a desarrollar los procesos de transporte y meteorización avanzada que dan origen al horizonte de acumulación (B), formándose el característico suelo completo ABC .

 

         

Actividad 12